Oligoneuriella rhenana, "La Palometa".

Oligoneuriella rhenana, “La Palometa”.

Introducción:

Orden: Ephemeróptero

Familia: Oligoneuriidae

Género: Oloigoneuriella

Especie: Oligoneuriella rhenana

Oligoneuriella rhenana, “La Palometa” macho.

Montaje agotado o muerto (spent) de la “Palometa”.

Oligoneuriella rhenana, “La Palometa” hembra.

La Oligoneuriella rhenana, más conocida en León como “La Efemera Palometa”, es la única especie de este género que podemos ver en nuestras aguas fluviales. Es un insecto acuático de hábitos crepusculares, muy abundante en el pasado, sobre todo en el curso medio y bajo del río Porma, hoy en franco retroceso como consecuencia de la contaminación que sufren nuestros ríos.

Comienza a eclosionar en los largos y cálidos atardeceres veraniegos y finaliza al final del verano. La larva-ninfa de esta efímera es de aspecto robusto, como se puede apreciar en la fotografía, de hasta 25 mm de longitud. Son ninfas de tipo deprimido o aplanado que, al igual que las ninfas de los heptagénidos, se adhieren con fuerza a las piedras, resistiendo con facilidad las corrientes más fuertes.

Ninfa natural de la Oligoneuriella rhenana.

Imitación de ninfa de la Oligoneuriella rhenana, La “Palometa”.

Vista inferior de la ninfa, (Libro de Rafael del Pozo).

Una o dos horas antes del anochecer, generalmente después de la puesta del sol, comienzan a eclosionar los subimagos, haciéndolo de forma casi instantánea, de tal modo que, tan pronto como la ninfa emergente rompe el envoltorio ninfal cerca de la película superficial del agua, el subimago sale e inicia rápidamente el vuelo. Es por esta razón que resulta muy difícil ver al subimago de esta especie navegar sobre la superficie del agua como lo hacen otros efemerópteros.

Una vez los subimagos han eclosionado, se empieza a ver como, por momentos, crece el número de individuos evolucionando al ras del agua, incluso sobre nuestras propias cabezas, en el más espectacular de los vuelos que puede realizar efímera alguna. Las piruetas y acrobacias, a gran velocidad, se suceden en una alocada danza, mientras los subimagos, formando verdaderas nubes, van dejando caer sobre el agua y la vegetación adyacente sus blanquecinas exhuvias de las que se desprenden en pleno vuelo, para transformarse en insectos adultos actos para la reproducción.

Su aspecto ahora como imago es muy parecido al de una mariposa, de hecho, muchos pescadores la confunden pensando que son mariposas, pero en realidad son efímeras de aspecto blanquecino grisáceo, con unas alas opacas, menos estilizadas y esbeltas que la de otras especies.

Tras el apareamiento y posterior copulación realizada en pleno vuelo, como sucede con los cénidos, las hembras se precipitan sobre el agua atropelladamente para depositar sus huevos y morir poco tiempo después. El banquete de las truchas, ya en actividad desde la fase de emergente, se convierte en un verdadero festín, que continuará cuando la llegada de la noche nos obligue a salir del agua.

Este espectáculo, sin igual, se prolongará aún durante varias horas más. Al final de su ciclo de vida, numerosas “Palometas” atraídas por las farolas de luz de los pueblos colindantes al río, caerán bajo ellas, formando en ocasiones una auténtica alfombra con cientos de individuos agonizantes.

Ante nuestros absortos ojos, todo el proceso vital de la “Palometa”: nacimiento, mutación, apareamiento, copulación y finalmente muerte, habrá durado tan solamente unas pocas horas, justificando de esta manera el nombre genérico de “efímera” que se dan a estos insectos acuáticos.

Su corto ciclo de vida como insecto alado, nos invita a una profunda reflexión: espectadores curiosos como pescadores a pie de río de la corta vida de este insecto acuático, toda nuestra existencia, contemplada mañana desde la infinidad del tiempo y del espacio, no habrá sido más que otro efímero momento como el de la “Palometa”.

FICHA DE MONTAJE DE LA PALOMETA, EN POSICIÓN DE AGOTADO O MUERTO:

Anzuelo: Números 10-12. Hilo de montaje: gris claro. Cercos: indio-palometa. Cuerpo: seda gris (dos cabos). Brinca: seda gris, más clara que la seda del cuerpo. Saco alar: fibras de faisán. Tórax: dubbing gris claro. Alas: fibras sintéticas de color crema en posición horizontal, entre la cabeza y comienzo del tórax (insecto agotado o muerto). Cabeza: el mismo hilo de montaje.