La pesca con mosca seca no es la única modalidad de pesca con sedal pesado, tenemos además la mosca ahogada, la ninfa y el streamer que conforman los cuatro componentes que completan la pesca con mosca artificial, y que hacen que el pescador que desee capturar el mayor número de truchas opte por alguna de estas cuatro modalidades incluidas la pesca en tándem entre ellas.
Por tanto, la elección no debe ser fruto de los gustos particulares de cada pescador, sino que debe responder a las distintas condiciones ambientales y del comportamiento de las truchas que nos podamos encontrar en un determinado lugar y día.
Otra cosa bien distinta es que muchos pescadores nos dejemos guiar por nuestros gustos personales sin tener en cuenta el número de capturas, valorando más otros factores no menos importantes.
Mosca ahogada para sedal pesado. |
Frente a la pesca con mosca seca y la pesca de moda la ninfa, que parece haberse redescubierto recientemente, la pesca con mosca ahogada con sedal pesado se presenta como la pariente más pobre, algunos pescadores piensan que es una modalidad desprovista de todo interés, algunos incluso llegan a afirmar que es una pesca de segundo orden y que se pueden emplear moscas de segunda clase, lo cierto es que para ser un buen pescador de ahogada es preciso poseer un sentido del agua muy desarrollado y con una seguridad de mano comparable a la pesca con ninfa.
Un pescador que practica esta modalidad, capaz de aceptar sus reglas y ponerlas adecuadamente en juego, no puede quedar indiferente al verla tan poco practicada e ignorada de forma tan manifiesta. La pesca con mosca ahogada tanto con sedal pesado como a la leonesa tienen las más depuradas normas de nobleza. Nuestros antepasados ya pescaban así, habiendo cambiado solamente con el paso del tiempo los aparejos y métodos de montaje, que en su concepción siguen inspirados en la labor de los pescadores y montadores leoneses, que durante generaciones han sido la base incontestable de este tipo de pesca.
La inadecuada forma de pescar de algunos de seca que ocasionalmente se ponen con la ahogada, es lo que ha ocasionado el descrédito entre los pescadores de este tipo de pesca, sin tener en cuenta que en esta modalidad pescar al toque con línea tensa y caña alta como si de la pesca al tiento se tratara es un error de manejo de las artificiales. Pescando así se puede afirmar que son preciosas muchas picadas o toques para clavar una trucha, pues cuando se aprecian es ya demasiado tarde para dar el cachete, ¿por qué razón?
Una trucha que toma una mosca ahogada en derivada muerta abre la boca y aspira un buen volumen de agua que saca seguidamente por los opérculos, cuando la mosca toca su garganta es retenida y examinada y si nota que no es real la expulsa antes de tragarla. Si pescamos con línea tensa no permitiremos a la trucha aspirar la mosca, y aunque la trucha consiga meterla en la boca, la mayoría de los toques apenas serán perceptibles reaccionando casi siempre tarde, incluso reaccionando a tiempo para dar el cachete, lo único que conseguiremos es terminar de sacar la mosca de la boca de la trucha, argumentando que no ha sido bien tomada o que ha sido rechazada por no ser la adecuada, comenzando entonces el baile de cambio de moscas, tamaños más pequeños etc.
Existen algunas ocasiones en que el clavado de la trucha se produce solo por inercia, sobre todo en escenarios de corrientes fuertes, pero en la mayoría de los casos una simple picada o toque no significa que la trucha ya está clavada, en un momento u otro tendremos que rematar y dar el cachete y esto son palabras mayores.
Dar el "cachete" exige una buena vista, control de las emociones, buenos reflejos, una mano dulce y precisa, y algunas cosas más como una especie de sexto sentido que algunos pescadores poseen fruto de la experiencia adquirida a lo largo de muchos años y muchas horas de río y que hace que estos pescadores claven trucha tras trucha, mientras que el resto seríamos incapaces de apreciar el menor signo para hacer lo mismo.
Otro de los errores que se comete en este tipo de pesca es hacer vivir la mosca mediante el juego de tirones y descensos de la línea, sin darse cuenta de que la labor del pescador no es esa. Cada mosca ahogada merced a los juegos de luz de las plumas (fibras) con el brillo, textura, el moteado y los tonos, así como la adecuada posición de las fibras junto con el movimiento de las corrientes deben dar su propia sensación de vida.
No hace falta recordar que en aguas paradas no es el mejor lugar para emplear esta técnica de pesca, pero nuestros antepasados esto ya lo sabían y las moscas ahogadas leonesas fueron diseñadas para nuestros ríos de aguas cantarinas, por eso no han tenido la misma repercusión que la mosca seca exportada por los Ingleses y aceptada en todo el mundo.
Por tanto, silueta, tamaño, color y materiales de calidad, son las propiedades de una buena imitación de mosca ahogada, que junto con una derivada natural procurando en todo momento que naveguen a la misma velocidad que la corriente en lances cortos y precisos con discreción en los movimientos, es el secreto del éxito en esta modalidad de pesca.
La mosca ahogada quizás sea el único método que razonablemente se pueda practicar durante toda una jornada de pesca y toda la temporada; sin embargo, el mejor momento se produce durante las eclosiones de los insectos acuáticos y la subida de las ninfas emergentes hacia la superficie, cuando la actividad entre dos aguas comienza a ser importante.
Lo ideal en estos casos es pescar con dos moscas ahogadas, una en punta y otra a sesenta centímetros empatada en un codal de entre diez y quince centímetros. Algunos aficionados son partidarios de un aparejo mixto, o sea, la mosca de punta como ahogada y la otra una mosca seca clásica o saltona leonesa. Este aparejo en tándem está más bien indicado para cuando la temporada está algo avanzada y las eclosiones empiezan a ser importantes.
Tanto el modelo como el montaje de estas moscas ahogadas para sedal pesado no difieren o al menos no deberían diferir mucho de las moscas clásicas ahogadas leonesas (mosquitos). Cuatro son básicamente las diferencias a tener en cuenta:
- El anzuelo de anilla para pescar con sedal pesado y de paleta para la mosca ahogada leonesa, los "mosquitos leoneses".
- El grado de inclinación de las fibras de la pluma con respecto a la tija del anzuelo que en las de sedal pesado deben estar en torno a los treinta grados (30º), para conseguir una derivada lo más natural posible, mientras que en las leonesas pueden estar a setenta o más grados.
- También la diferencia en cuanto a la cantidad de fibras empleadas para las alas deben ser escasas, aproximadamente la mitad que para las moscas ahogadas leonesas, con el fin de que el hundimiento se produzca rápido.
- Otra diferencia es que en estas moscas se pueden emplear tanto pluma de riñonada como de cuello, pero siempre de gallo vivo y de la mejor calidad.
Ni que decir tiene que estas moscas no deben llevar ningún tipo de plomado y tanto para confeccionar el cuerpo como la brinca es aconsejable la seda, ya que este material dota a la mosca de mayor sensación de vida y movilidad dentro del agua al quedar las fibras repartidas uniformemente pegadas al cuerpo como si de un imago o subimago muerto arrastrado por la corriente se tratara.
La cabeza tampoco debe ser asegurada con pegamento porque este material deteriora y distorsiona tanto la seda como la cabeza.
Por último los cercos son optativos y depende de cada montador, los más expertos aconsejan prescindir de ellos.
Mosca ahogada para sedal pesado sin cercos |
Aspecto de la mosca sumergida. |
Montaje con pluma de cuello de gallo y cercos. Descripción paso a paso de un montaje con pluma de cuello de gallo y cercos: |
Cuerda de mosca ahogada leonesa. |
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