Dedicó gran parte de su tiempo a pregonar y difundir sus conocimientos sobre la pesca en libros y revistas especializadas. Un hombre al que todos los pescadores le debemos el descubrimiento del Manuscrito de Astorga y su posterior divulgación más allá de nuestras fronteras, destacando siempre en sus escritos el mérito y calidad de las maravillosas moscas artificiales españolas.
Louis Carrére vivió en España desde los años vente hasta el comienzo de la guerra civil española en 1936. Aquí en nuestro país se inició en las diversas técnicas de pesca recorriendo incansable todos los cursos trucheros de nuestro país, tanto los ríos asturianos y en general la cornisa cantábrica como los bravos ríos pirenaicos, los castellanos y los leoneses.
A su regreso a Francia escribió varios libros y numerosos artículos en los que difundió la técnica de pesca con ahogadas tal como se practicaba en España. También nos dice haber intentado en el transcurso de sus numerosas salidas de pesca encontrar una combinación de moscas válidas para todas las ocasiones para pescar en todas partes y destinadas a salvar más o menos todas las situaciones.
Para ello montó una serie de aparejos con moscas diferentes en cada aparejo, salvo una mosca gris común en todos ellos, y cosa interesante, la mosca gris parecía lograr siempre resultados más regulares que el resto de las moscas.
Posteriormente, tuvo la idea de reforzar la mosca gris para hacerla más efectiva. Para mejorar su interesante poder de atracción hizo una serie de moscas grises provista de un anillado de ocho a diez vueltas de seda muy fina de colores gris oscuro, ocre, verde oscuro y rosa pálido. Una vez terminadas las moscas montó con ellas dos aparejos con tres moscas por cada aparejo.
Aparejo A: en punta la mosca gris, anillada con seda gris oscura. En el centro, una mosca gris sin anillar y la tercera mosca que él llama "saltadora" una gris anillada de verde oscuro.
Aparejo B: en punta una gris anillada de color ocre, una en el centro gris sin anillar, y la otra gris anillada de rosa mustio.
Reconoció haber cogido menos truchas con las moscas grises sin anillar, incluso cambiándola de sitio, las truchas según Carrére preferían las moscas anilladas de colores.
A tenor de los resultados obtenidos abandonó la mosca gris uniforme sin anillar para adaptar definitivamente los cuatro modelos siguientes; Alfa: cuerpo seda gris clara, anillado seda gris oscura, collar o hackle indio gris maduro; Beta: cuerpo seda gris clara, anillado seda ocre, collar o hackle indio gris ahumado; Gamma: cuerpo seda gris clara, anillado seda rosa pálido, collar o hackle indio gris ahumado; Delta: cuerpo seda gris clara, anillado seda verde oscura, collar o hackle indio gris ahumado.
El gris ahumado al que hace referencia Carrére es la peculiaridad o intensidad del tono de la pluma indio acerado, en este caso del color del humo. Carrére nos dice haber probado estas moscas en diferentes ríos Europeos a distintas altitudes y de características diferentes, y los resultados siempre fueron satisfactorios.
Pero también nos dice que estas moscas constituyen un recurso cuando no se sepa qué utilizar.
Algunas consideraciones sobre las moscas ahogadas:
Frente a la pesca de moda al hilo con perdigones, cabezas doradas, pesca con ninfa estilo europeo, etcétera, y frente a la pesca con mosca seca, la pesca con mosca ahogada se presenta como la pariente pobre; sin embargo, para ser un buen pescador de ahogada es preciso poseer un "sentido del agua" muy desarrollado que para pescar con seca, de tal manera que es mucho más raro encontrar un buen pescador de ahogada que un excelente practicante de seca.
La pesca con "mosca ahogada", esta pesca tan denigrada, practicada por pocos aficionados, pesca difícil y a la vez considerada fácil, ¿Acaso esta modalidad necesita de una rehabilitación? No lo creo. Esta modalidad tiene las más depuradas normas de nobleza, nuestros antepasados ya pescaban así. Lo que necesita una rehabilitación son nuestros ríos para que vuelvan a florecer como lo hicieron en el pasado.
Los montajes de estas moscas ahogadas para pescar con sedal pesado o cola de rata, están inspirados en la labor de los pescadores españoles, especialmente en los pescadores y artesanos leoneses que han sido durante generaciones la base incontestable de este tipo de pesca. Es bastante difícil creo, encontrar en la literatura especializada escritos precisos que aclaren bien este tipo de pesca, la mayoría de los autores europeos son o han sido mayoritariamente de mosca seca más que de ahogada, estos autores desconocen o no han querido ver el arte de "ahogar una mosca", limitándose a hacer flotar una imitación.
Esta actitud junto con la inadecuada forma de pescar por parte de algunos pescadores de seca que ocasionalmente se ponen a pescar con la ahogada, es lo que ha ocasionado el descrédito de esta modalidad entre muchos aficionados. La pesca con mosca ahogada, junto con la mosca seca y la ninfa, son los tres componentes que completan la pesca con mosca artificial y que hacen que el pescador que desee capturar el mayor número de piezas opte por una de las tres soluciones, o por las tres si hiciera falta en una misma jornada de pesca.
La elección, por tanto, no debe ser fruto de los gustos personales de cada uno, tampoco del azar o la fantasía sin tener en cuenta las condiciones ambientales tales como la época, el día, la hora, el lugar etcétera, y que hacen que la pesca deportiva deba ser un acto presidido por la razón y la experiencia.
El mejor consejo para los que deseen aprender bien este arte es que dediquen un día a acompañar a un experto. Si tienen la suerte de poder observar a un maestro, verán encenderse dentro de ellos una lucecita que con un poco de práctica crecerá hasta permitirles ser buenos y completos pescadores de mosca ahogada.
Buena pesca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario