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viernes, 13 de marzo de 2015

LOS MONTAJES INVERTIDOS

Los montajes invertidos no son recientes, ya en el libro de Robert Venables "The Experienced Englar" (El pescador Experimentado) 1662, propone un montaje invertido con las alas posicionadas en la parte inferior del anzuelo, de tal manera que con esa posición forzar a la mosca a navegar con la punta del anzuelo hacia arriba, denominado en inglés "upsidedown"  ( espalda abajo ).

Palmer Recortada de Robert Venables. 

El motivo por el cual Robert Venables le interesó este tipo de montajes invertidos no queda lo suficientemente claro, se supone que estas moscas las usaba para pescar bajo el agua como moscas ahogadas que era lo que mayoritariamente predominaba en el siglo XVII entre los pescadores con mosca ingleses. El motivo por tanto de llevar la punta del anzuelo hacia arriba no tenia otro propósito que disminuir los enganches con la vegetación subácuatica. Aunque si así fuera, entonces las alas deberían llevar una posición más inclinada, digo yo!

La Flutter de Holberton, montaje "al revés" 

Después de este período, parece que los montajes invertidos perdieron interés, hasta que a finales del siglo XIX de la mano de Wakeman Holberton aparece un montaje de efímera de tipo "al revés", o sea, lo que normalmente se monta en la parte delantera del anzuelo como es el collar de flotación o hackle, Holberton lo monta atrás, donde empieza la curvatura del anzuelo. Su idea le debió parecer un gran invento y se fue corriendo a patentarla, la llamó "Flutter", (1886). 

Holberton pretendía con este montaje que la punta del anzuelo se mantuviera sobre la superficie del agua sustentado por el collar de flotación, para lo cual enrolló la pluma en la parte posterior del anzuelo, lo que los ingleses llaman "reversing hackle". 

En la práctica no resulta fácil que la punta del anzuelo se mantenga sin penetrar la superficie del agua, incluso usando el mejor engrasador para moscas del mercado, motivo por el cual la "Flutter" no logró pasar a los anales de la historia. Además, los antiguos montajes en palmer ya permitían teóricamente mantener la mosca bien alta y por tanto también la punta del anzuelo. 

En cualquier caso, todos los pescadores con mosca debemos estar muy agradecidos a Holberton, porque aunque su montaje invertido no tuvo gran éxito, no deja de ser un magnífico intento de aunar la silueta que el consideró ideal en las imitaciones de efímeras de finales del siglo XIX, con una navegación elevada, mucho más parecida a la de los subimagos naturales que las pesadas y elaboradas moscas secas de la época.  

Cuando la mosca se usa bajo el agua, no tiene mucha importancia que el anzuelo derive en una u otra posición si con ello pretendemos presentar al pez un mayor o menor realismo de la artificial. Sin embargo, fue a mediados del siglo XX cuando la pesca con mosca dejó de ser casi exclusivamente una técnica para capturar salmónidos. 

En los años 50 se multiplicaron las especies de peces pescables con mosca y los lugares donde pescarlos. Entonces se empezó a dar importancia a los problemas que se presentaban con los enganches en los obstáculos sumergidos. Una sencilla forma de resolverlos al menos en parte, era que la punta del anzuelo navegara invertido. Pete Perincchief fue pionero en esta materia, el creó la que está considerada como la primera mosca invertida diseñada especialmente para la pesca del macabí en aguas tropicales, ya que este pez sale de las profundidades del mar para alimentarse cuando sube la marea en aguas próximas a la costa.

Streamer de anzuelo curvado 

Dar la vuelta al anzuelo de una ninfa o un streamer en acción de pesca no resulta difícil, nada más tenemos que desplazar el centro de gravedad de la mosca. 

Hacia 1980 diversos montadores comenzaron a experimentar con ninfas y streamer, muchos de ellos lograron que sus moscas navegaran con la punta del anzuelo hacia arriba añadiendo peso en la parte superior de la tija, un ejemplo lo tenemos en los famosos montajes "leadhead". Se trata de un sencillo y eficaz sistema para crear ninfas invertidas. 

Otro sistema fueron los montajes "boulder", aunque estos eran algo más llamativos que los primeros pero igualmente eficaces, añadiendo peso mediante bolas en la parte superior de la tija del anzuelo. En los años cincuenta muchos montadores profesionales conseguían este propósito doblando la tija del anzuelo. 

Posteriormente según nos cuenta Lefty Kreh en su libro "Presenting the fly" (Presentación de la mosca) 1999, esto de dar la vuelta a las moscas se conseguía con los anzuelos Bend-Back ligeramente curvados. Estos anzuelos se hicieron populares para pescar en la mar con streamer de la mano de pescadores como Chico Fernández, y han originado abundantes modelos de moscas como la "Clouser Minnow", el streamer invertido más famoso del mundo. 

En cuanto a la evolución de los montajes invertidos aplicados a las moscas secas, debieron de pasar casi tres siglos desde Venables y la "Flutter" de Holberton. 
Vicent C.Marinaro fue un continuador de otros pioneros como Alfred Ronalds o E.W.Harding. Marinaro en su libro "A Modern Dry-Fly Code", (El Código Moderno de la Mosca Seca) 1950 nos dice:《... Esmerarse en el color o en los detalles para imitar a un insecto es una pérdida de tiempo y de esfuerzo, si la imitación rompe la superficie del agua (osea, si la punta del anzuelo navega sumergida) entonces estás enseñando demasiado a la trucha 》.

Tórax - Dun  ( Rust ), mosca de Marinaro. 

Marinaro no dejó ningún montaje invertido, su método para intentar mantener el anzuelo sobre el agua fueron los montajes "Tórax", que a la postre servirían para inspirar a los montajes invertidos posteriores. 

Al mismo tiempo que Marinaro dedicaba el tiempo a intentar ponerse en el lugar de las truchas, otros pescadores adoptaban el mismo método que tan buenos resultados estaban dando en la pesca con streamer, empleando anzuelos especiales para invertir la posición de la mosca sobre el agua, como los famosos anzuelos "keel dry" especiales para mosca seca, o los no menos famosos anzuelos "swedish" suecos, diseñados por Nils Eriksson y Gunnar Johnson. 

El uso de ambos tipos de anzuelos facilita el montaje de moscas invertidas, pero tienen el inconveniente que al ser modificada la tija disminuye la abertura, osea la distancia entre la punta y la tija, lo que dificulta el clavado ya de por sí bastante complicado en estos montajes.  

En 1980 apareció el libro de Brian Clarke y John Goddard "The Trout and the fly. A New Aproach" (La Trucha y la Mosca. Un nuevo enfoque), en el, los autores continúan el camino de Marinaro y afirman que las huellas de las patas de los insectos naturales que derivan sobre la superficie del agua, (en el "espejo del agua"), osea fuera del famoso cono de 97 grados llamado "Círculo de Snell", son el primer desencadenante del ataque del pez. Por tanto, la punta del anzuelo dentro del agua es un elemento fuera de lugar que conviene eliminar. Clarke y Goddard Utilizaban anzuelos "Keel dry" en algunos de sus montajes invertidos, pero su gran aportación a estos montajes fueron los modelos "UP-Side-Down" (Al revés), "USD-Paradun".

USD-PARADUN 

Estas complejas imitaciones de efímeras al revés intentan presentar ante el pez una huella de sus patas similar a la de los insectos naturales que navegan sobre la superficie del agua, pero tienen dos problemas : Uno es el complicado montaje, y el otro es que las alas tapan la punta del anzuelo, añadiendo un obstáculo entre la boca del pez y la punta del anzuelo y dificultando aun más el difícil clavado que representan los montajes invertidos.  

Neil Patterson, un inquieto pescador apasionado por los montajes de artificiales, publicó en 1995 un precioso libro titulado "Chalkstream Chronickle". El creó los montajes "Funneldun", en parte inspirados por los "USD-PARADUN", aunque mucho más fáciles de montar. Más sobre estos montajes lo puedes ver en este mismo blog,http://navatejeramoscas.blogspot.com.es/2014/01/montaje-embudo-de-efemera-generica.html 



Dancing Caddis de G. LaFontaine 

Otro buen observador de la naturaleza, especialmente de las truchas fue Gary LaFontaine. Él si fue reconocido como uno de los mayores innovadores en la pesca de la trucha con mosca artificial del siglo XX. G. LaFontaine da su opinión sobre los montajes invertidos en su libro "The Dry Fly. New Angler" (La Mosca seca. Nuevos Pescadores) 1999, diciendo que en circunstancias normales, aunque la punta del anzuelo vaya por debajo del agua, no impide que la trucha acepte la artificial, pues lo que desencadena el ataque son los estímulos del pez, pero añade que cuando las truchas han sido clavadas varias veces entonces pueden relacionar la visión de la punta del anzuelo con las molestias y el estrés, o sea para el, los montajes invertidos son útiles en lugares muy pescados. 

Aquí, en nuestro país, diríamos en lugares muy trallados como son los tramos sin muerte donde es obligatorio devolver las truchas a su medio, que por otra parte son la mayoría de los tramos en nuestros ríos.  

Su aportación a estos montajes invertidos es un modelo de tricóptero llamado "Dancing Caddis". Inicialmente, LaFontaine montaba este modelo en anzuelos tipo "swedish", pero con el tiempo comprobó que con ellos perdía demasiadas capturas y los cambió por anzuelos de ojal levantado. 

G. LaFontaine asegura que este tipo de montajes son los únicos que permiten imitar la huella de un tricóptero, no sólo cuando deriva arrastrado por la corriente, también cuando se desplaza rayando la superficie del agua, aunque reconoce que no siempre funciona. 

EASYPEASY de Abel Cotarelo 

Después de estos grandes maestros como Marinaro, Clarke y Goddard, Patterson y LaFontaine, lo más difícil estaba inventado, aún así, las moscas secas invertidas seguían sin ser populares entre los pescadores. 

Roy Chitie influenciado quizás por Clarke y Goddard desarrolla dos modelos de artificiales invertidos con muchas posibilidades de que estas si pudieran interesar a los pescadores de mosca. La "EsayPeasi USD" que cambia las alas rígidas de las originales "USD" por fibras blandas usando un anzuelo tipo pupae de tricóptero con ojal levantado que ofrece una abertura más efectiva que los anzuelos "Keel dry", eliminando así los problemas de clavado y sustituyendo el montaje "parachute" por un hackle tradicional.

Avon Special de Roy Chitie.

El segundo modelo, "La Avon Special", la monta igualmente en anzuelos tipo pupae de tricóptero de ojal levantado. Este modelo es muy parecido a los montajes "Waterwisp" de Giuliano Masetti, aunque con anzuelo diferente de ojal vertical fabricado por Daiichi.  

Para finalizar estas reflexiones sobre los montajes invertidos, yo me hago una pregunta ¿Para que complicarse la vida intentando comprender el punto de vista de las truchas? A mí me han funcionado siempre las moscas montadas al estilo tradicional, y cuando se presentan situaciones difíciles procuro poner en juego alguna estrategia fruto de mi experiencia personal, unas veces funciona, otras no, pero así es la pesca con mosca, una asignatura inagotable, aveces muy compleja. Yo no he conseguido aprender ni la mitad en los cuarenta años que llevo pescando, siempre me sorprende algo y eso es lo que mantiene vivo mí interés por la pesca. 

Sin embargo, son estos maestros investigadores y otros menos conocidos, los que hacen avanzar la pesca con mosca y los que se complican la vida para que este mundo mágico sea para todos nosotros un poco más divertido.
Buena pesca.

miércoles, 7 de mayo de 2014

MOSCA AHOGADA PARA SEDAL PESADO

La pesca con mosca seca no es la única modalidad de pesca con sedal pesado, tenemos además la mosca ahogada, la ninfa y el streamer que conforman los cuatro componentes que completan la pesca con mosca artificial, y que hacen que el pescador que desee capturar el mayor número de truchas opte por alguna de estas cuatro modalidades incluidas la pesca en tándem entre ellas. 

Por tanto, la elección no debe ser fruto de los gustos particulares de cada pescador, sino que debe responder a las distintas condiciones ambientales y del comportamiento de las truchas que nos podamos encontrar en un determinado lugar y día. 

Otra cosa bien distinta es que muchos pescadores nos dejemos guiar por nuestros gustos personales sin tener en cuenta el número de capturas, valorando más otros factores no menos importantes.


Mosca ahogada para sedal pesado.

Frente a la pesca con mosca seca y la pesca de moda la ninfa, que parece haberse redescubierto recientemente, la pesca con mosca ahogada con sedal pesado se presenta como la pariente más pobre, algunos pescadores piensan que es una modalidad desprovista de todo interés, algunos incluso llegan a afirmar que es una pesca de segundo orden y que se pueden emplear moscas de segunda clase, lo cierto es que para ser un buen pescador de ahogada es preciso poseer un sentido del agua muy desarrollado y con una seguridad de mano comparable a la pesca con ninfa.

Un pescador que practica esta modalidad, capaz de aceptar sus reglas y ponerlas adecuadamente en juego, no puede quedar indiferente al verla tan poco practicada e ignorada de forma tan manifiesta. La pesca con mosca ahogada tanto con sedal pesado como a la leonesa tienen las más depuradas normas de nobleza. Nuestros antepasados ya pescaban así, habiendo cambiado solamente con el paso del tiempo los aparejos y métodos de montaje, que en su concepción siguen inspirados en la labor de los pescadores y montadores leoneses, que durante generaciones han sido la base incontestable de este tipo de pesca.

La inadecuada forma de pescar de algunos de seca que ocasionalmente se ponen con la ahogada, es lo que ha ocasionado el descrédito entre los pescadores de este tipo de pesca, sin tener en cuenta que en esta modalidad pescar al toque con línea tensa y caña alta como si de la pesca al tiento se tratara es un error de manejo de las artificiales. Pescando así se puede afirmar que son preciosas muchas picadas o toques para clavar una trucha, pues cuando se aprecian es ya demasiado tarde para dar el cachete, ¿por qué razón? 

Una trucha que toma una mosca ahogada en derivada muerta abre la boca y aspira un buen volumen de agua que saca seguidamente por los opérculos, cuando la mosca toca su garganta es retenida y examinada y si nota que no es real la expulsa antes de tragarla. Si pescamos con línea tensa no permitiremos a la trucha aspirar la mosca, y aunque la trucha consiga meterla en la boca, la mayoría de los toques apenas serán perceptibles reaccionando casi siempre tarde, incluso reaccionando a tiempo para dar el cachete, lo único que conseguiremos es terminar de sacar la mosca de la boca de la trucha, argumentando que no ha sido bien tomada o que ha sido rechazada por no ser la adecuada, comenzando entonces el baile de cambio de moscas, tamaños más pequeños etc.

Existen algunas ocasiones en que el clavado de la trucha se produce solo por inercia, sobre todo en escenarios de corrientes fuertes, pero en la mayoría de los casos una simple picada o toque no significa que la trucha ya está clavada, en un momento u otro tendremos que rematar y dar el cachete y esto son palabras mayores. 

Dar el "cachete" exige una buena vista, control de las emociones, buenos reflejos, una mano dulce y precisa, y algunas cosas más como una especie de sexto sentido que algunos pescadores poseen fruto de la experiencia adquirida a lo largo de muchos años y muchas horas de río y que hace que estos pescadores claven trucha tras trucha, mientras que el resto seríamos incapaces de apreciar el menor signo para hacer lo mismo.

Otro de los errores que se comete en este tipo de pesca es hacer vivir la mosca mediante el juego de tirones y descensos de la línea, sin darse cuenta de que la labor del pescador no es esa. Cada mosca ahogada merced a los juegos de luz de las plumas (fibras) con el brillo, textura, el moteado y los tonos, así como la adecuada posición de las fibras junto con el movimiento de las corrientes deben dar su propia sensación de vida. 

No hace falta recordar que en aguas paradas no es el mejor lugar para emplear esta técnica de pesca, pero nuestros antepasados esto ya lo sabían y las moscas ahogadas leonesas fueron diseñadas para nuestros ríos de aguas cantarinas, por eso no han tenido la misma repercusión que la mosca seca exportada por los Ingleses y aceptada en todo el mundo. 

Por tanto, silueta, tamaño, color y materiales de calidad, son las propiedades de una buena imitación de mosca ahogada, que junto con una derivada natural procurando en todo momento que naveguen a la misma velocidad que la corriente en lances cortos y precisos con discreción en los movimientos, es el secreto del éxito en esta modalidad de pesca.

La mosca ahogada quizás sea el único método que razonablemente se pueda practicar durante toda una jornada de pesca y toda la temporada; sin embargo, el mejor momento se produce durante las eclosiones de los insectos acuáticos y la subida de las ninfas emergentes hacia la superficie, cuando la actividad entre dos aguas comienza a ser importante. 

Lo ideal en estos casos es pescar con dos moscas ahogadas, una en punta y otra a sesenta centímetros empatada en un codal de entre diez y quince centímetros. Algunos aficionados son partidarios de un aparejo mixto, o sea, la mosca de punta como ahogada y la otra una mosca seca clásica o saltona leonesa. Este aparejo en tándem está más bien indicado para cuando la temporada está algo avanzada y las eclosiones empiezan a ser importantes.

Tanto el modelo como el montaje de estas moscas ahogadas para sedal pesado no difieren o al menos no deberían diferir mucho de las moscas clásicas ahogadas leonesas (mosquitos). Cuatro son básicamente las diferencias a tener en cuenta: 

- El anzuelo de anilla para pescar con sedal pesado y de paleta para la mosca ahogada leonesa, los "mosquitos leoneses". 

- El grado de inclinación de las fibras de la pluma con respecto a la tija del anzuelo que en las de sedal pesado deben estar en torno a los treinta grados (30º), para conseguir una derivada lo más natural posible, mientras que en las leonesas pueden estar a setenta o más grados. 

- También la diferencia en cuanto a la cantidad de fibras empleadas para las alas deben ser escasas, aproximadamente la mitad que para las moscas ahogadas leonesas, con el fin de que el hundimiento se produzca rápido. 

- Otra diferencia es que en estas moscas se pueden emplear tanto pluma de riñonada como de cuello, pero siempre de gallo vivo y de la mejor calidad.

Ni que decir tiene que estas moscas no deben llevar ningún tipo de plomado y tanto para confeccionar el cuerpo como la brinca es aconsejable la seda, ya que este material dota a la mosca de mayor sensación de vida y movilidad dentro del agua al quedar las fibras repartidas uniformemente pegadas al cuerpo como si de un imago o subimago muerto arrastrado por la corriente se tratara. 

La cabeza tampoco debe ser asegurada con pegamento porque este material deteriora y distorsiona tanto la seda como la cabeza. 

Por último los cercos son optativos y depende de cada montador, los más expertos aconsejan prescindir de ellos.

Mosca ahogada para sedal pesado sin cercos

Aspecto de la mosca sumergida.

Descripción del montaje paso a paso con fibras de riñonada:
 
1. Fijamos el hilo de montaje dejando espacio para la cabeza y también para presentar posteriormente el penacho de fibras para confeccionar las alas. 

2. Sujetamos la seda para formar el cuerpo y al mismo tiempo también sujetamos cuatro o seis fibras de riñonada para formar los cercos, procurando que queden bien alineados con la tija del anzuelo y en una longitud igual a esta y dejamos ocho o diez centímetros sobrantes del hilo de montaje para anillar posteriormente el cuerpo. 

3. Formamos el cuerpo dándole una forma ahusada y lo brincamos uniformemente con el sobrante del hilo de montaje. 
4. De una pluma de riñonada arrancamos las fibras de un lado de la pluma que más o menos tengan la misma longitud, las agrupamos y las presentamos procurando dejarlas a la altura del final de la curvatura del anzuelo. Las fibras en ningún caso se deben cortar y siempre con la parte brillante hacia arriba. 

5. Con el hilo de montaje fijamos la inclinación forzando si hiciera falta con alguna vuelta en dirección al cuerpo y presionándolas contra la base de este para que se levanten. 

6. Con la uña del dedo gordo presionamos en la base del penacho de fibras a la vez que hacemos un ligero movimiento a un lado y a otro para repartir uniformemente las fibras que deberán tener una abertura de ciento ochenta grados más o menos, asegurando el nudo final.


Montaje con pluma de cuello de gallo y cercos.

Descripción paso a paso de un montaje con pluma de cuello de gallo y cercos:

1. Una vez terminado el cuerpo fijamos una pluma de cuello de gallo vivo de un tamaño de fibras acorde al largo de la tija del anzuelo, en este caso no es necesario que lleguen hasta el final de la curvatura, y lo enrollamos como si se tratara del collar de flotación de una mosca seca, procurando no cargarlo en exceso para conseguir una inclinación correcta de las fibras. 

2. Lo llevamos hacia atrás con la ayuda de los dedos de la mano izquierda y damos las vueltas necesarias con el hilo de montaje por encima de la base de las fibras, con lo que las forzaremos a ir hacia atrás y así dejarlas en la posición deseada, haciendo posteriormente el nudo final.


Cuerda de mosca ahogada leonesa.