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domingo, 14 de agosto de 2022

Sialis lutaria, La "Secreta"

Introducción:

Orden: Megalóptera

Familia: Sialidae

Género: Sialis

Especie: Sialis lutaria


Sialis lutaria. La "Secreta".

La Sialis lutaria son insectos parduscos y robustos, parecidos a los tricopteros, y abundan cerca del agua en terrenos fangosos y húmedos. Tiene una longitud de entre veinte a veinticinco mm, antenas largas y cuatro alas grandes y oscuras.

Su uso como artificial para la pesca de la trucha en León es poco más que testimonial, debido entre otras razones a que son insectos que sus larvas necesitan para vivir aguas puras sin contaminar, por lo que cada vez se ven menos por nuestros ríos.

Su aspecto general nos recuerda a los tricopteros con las alas en forma de tejadillo cuando están en reposo, aunque no las tienen recubiertas de pelos como ellos.

Ciclo de vida

Son insectos de vida semiacuática y metamorfosis completa, esto es: huevo, larva, pupa, insecto adulto. El apareamiento y la puesta de los huevos por las hembras no tiene lugar en el agua, sino en los tallos de las plantas aledañas al agua semisumergidas o sobre troncos y hojas de las orillas de los arroyos y ríos.

Las larvas eclosionan después de la incubación, cayendo posteriormente al agua o al suelo cercano y se abren camino hacia el agua. Las larvas de la Sialis lutaria están armadas con fuertes y afiladas mandíbulas, cabezas grandes y tres pares de patas. Miden alrededor de diecisiete mm y pasan toda su vida larvaria por el lecho del río. Son muy depredadoras y a medida que crecen se vuelven caníbales de las larvas más jóvenes. En algunos lugares reciben el nombre de "perros de agua". Estas larvas están catalogadas por los biólogos cómo indicadores de aguas puras y muy poco contaminadas.

Larva de Sialis lutaria

La fase larvaria puede durar de uno a tres años, dependiendo de la temperatura media del agua. Una vez finalizada la fase larvaria, salen del agua y construyen una especie de cámara donde tendrá lugar la transformación en insecto adulto después de haber pasado por la fase de pupa (crisálida) y emergiendo al cavo de más o menos un mes, generalmente en primavera y principios del verano.

Los adultos, insectos actos para la reproducción, permanecen en la vegetación cerca del agua en la que vivieron cuando eran más jóvenes. La vida como adultos es efímera durando alrededor de una semana, tiempo que dedican principalmente a la reproducción, esto es, aparearse, copular y puesta de los huevos por las hembras. Las eclosiones son en grandes cantidades y en un intervalo de tiempo muy corto, como sistema de eludir o minimizar el impacto de los depredadores sobre ellos, como lo hacen la mayoría de los insectos acuáticos.

Descripción del insecto adulto:

Los adultos pueden alcanzar los veinte mm de largo. El cuerpo es rechoncho con una coloración marrón oscuro, incluyendo cabeza y patas. Las alas son grandes y oscuras-grisáceas, membranosas y translúcidas, con nerviaciones pronunciadas. En reposo, las alas se sostienen en forma de tejadillo como los tricopteros.

Los adultos se ven con mayor frecuencia en los meses de mayo y junio en la vegetación aledaña a los ríos y arroyos de flujo lento, o también cerca de los estanques. Son malos voladores y nunca abandonan la vegetación cercana a las aguas donde se han desarrollado como larvas.

Como pescar con la "mosca del aliso" 

La "mosca del aliso", dentro del mundo de la pesca con mosca pertenece al grupo de los marginados, y no precisamente por su color, sino por haber tenido la mala suerte de nacer entre la frontera de lo terrestre y de lo acuático, porque dígame usted, ni siquiera Rafael del Pozo que yo sepa la dedicó un solo renglón, ni tampoco en los famosos Manuscritos de Juan de Bergara y Luis Peña se la menciona, y es una pena, porque de haberlo hecho, hoy seguramente la conoceríamos por nombres populares tales como, "la carbonera" o cualquier otro nombre, y es que este pobre insecto se quedó con el nombre de la "Secreta" y ha pasado a la historia con más pena que gloria.

Pero los pescadores con mosca deben saber que estos insectos viven como adultos en las hierbas y ramas aledañas al agua de los ríos y arroyos, y son muy malos voladores, y con más frecuencia de lo normal caen al agua, bien por un golpe de viento o por otras causas, y en esas circunstancias las truchas no dejan pasar uno solo de estos insectos de coloración oscura. 

Es, por lo tanto, importante para el pescador con mosca observar el entorno, especialmente en esos días de viento y lluvia, y saber buscar las posturas más idóneas como por ejemplo, debajo de las choperas y alisos, en tramos con orillas pobladas por juncos y espadañas, en aguas semiparadas con fuerte cobertura vegetal, etc. Por esta razón, la artificial de esta mosca no debe faltar en nuestra caja de moscas, aunque su ubicación esté relegada a una de nuestras cajas de reserva.

Jesús Pariente nos cuenta de esta mosca: 《... Nos informó Zacarías (el guarda), de que las truchas estaban en la orilla para cebarse a una mosca que sale inmediatamente después de desaparecer la mosca de la piedra. Encuentra su hábitat entre las hierbas al lado del agua y cuando eclosiona, trepa por los tallos, juncos, y sauces de la orilla, allí esperan las truchas a que caigan accidentalmente por algún golpe de viento para merendárselas. A esta mosca los ribereños le llaman "la secreta" y es la misma que llaman los ingleses, con mayor propiedad la "mosca del aliso".

Tal vez la razón por la que la "secreta" ha tenido tan poco interés para la pesca con mosca seca se deba al apego que tienen estos insectos a su lugar de nacimiento y al no desplazarse por el agua como lo hacen otros insectos. En cambio, las larvas nadan y se desplazan hasta la orilla y otros lugares del lecho del río en busca de alimentos, y en esos desplazamientos las truchas las pueden interceptar.

Como tal, las larvas maduras son más interesantes para las truchas que las moscas adultas. De hecho, es bastante raro ver truchas capturando moscas del aliso que han sido arrastradas al río accidentalmente. Por lo tanto, para el pescador con mosca tiene menos interés los montajes de secas que de larvas.

Ficha de montaje de la "Secreta", versión seca:

Anzuelo: #14. Hilo de montaje: negro. Cuerpo: dubbing de conejo negro o seda negra. Brinca: rojo burdeos. Alas: mezcla de indio negrisco e indio avellanado oscuro y algunas fibras de pardo langareto de verano. Collar de flotación: indio negrisco de cuello de gallo de León. Cabeza: negra.

Sialis Lutaria, la "secreta". 
 El montaje de la Sialis Lutaria no tiene por qué ser diferente al de un tricóptero, si acaso las fibras del tejadillo un poco más sueltas en forma de abanico y el cuerpo brincado de un rojo burdeos.



Vista superior del montaje de la "secreta". Las fibras del tejadillo algo sueltas.

Vista inferior de la "secreta"

martes, 30 de septiembre de 2014

ESCARABAJO DEL ALISO, "AGELÁSTICA ALNI "

El escarabajo del aliso, también conocido como "Crisomela del aliso", es una de las especies de escarabajos más extendida por toda nuestra geografía leonesa, conociéndose varias subespecies, lo que hace aún más difícil su identificación, siendo uno de los más imitados para la pesca de la trucha y de otros peces. Pertenece al orden de los Coleópteros y a la familia de los Chrysomelidae, conocida esta especie por el nombre de Agelástica alni, del género de las Crhisomelas. 


Mide alrededor de 8 milímetros, los élitros cubren las alas membranosas que son las que usan para volar torpemente. Estas alas membranosas son de un tono azulado oscuro, casi negro y brillantes. El cuerpo es de un tono anaranjado en algunos individuos y verdes oscuros en otros. Las antenas son órganos vitales para el insecto, pues en ellas se encuentran los órganos táctiles, olfativos y gustativos, por tanto, a la hora de aparearse son estos órganos que olfatean las feromonas sexuales liberadas por la hembra de su misma especie.

Este insecto terrestre utiliza las hojas de los arbustos y de los cultivos para alimentarse, y su vida depende totalmente de estos alimentos. Las hembras ponen los huevos generalmente en el envés de las hojas para protegerlos de los depredadores y una vez que maduran pasan a la fase de larva, pupa e imago, hasta alcanzar el estado adulto.

En cuanto al montaje, lo más destacado de esta artificial es la silueta, el tórax y el abdomen que debe ser ovalado y voluminoso. Es importante llevar siempre varios modelos con tonos diferentes, tanto para el abdomen como para los élitros. Para el abdomen tonos anaranjados, verdes oscuros, negros etc. 

Hay que tener en cuenta que esta artificial navega semihundida y la trucha percibe claramente los colores. En cuanto a los élitros, los tonos rojos, verdes y negros son los más indicados, teniendo en cuenta que existen otras especies como "el escarabajo de la hoja del álamo" (Chrysomela populi), también muy abundante.

Ficha de montaje:

Anzuelo #10-12-14. Hilo de montaje: negro

Descripción del montaje: 

1. Fijamos el hilo de montaje a la tija del anzuelo y formamos una cama para atar sobre ella la tira de foam de tres o cuatro milímetros de ancha y de color negra, que nos servirá posteriormente para formar los élitros del insecto, (el foam, es un material ideal para imitar los élitros y posibilita múltiples imitaciones y diferentes tonos). 

2. Fijamos al comienzo de la curvatura del anzuelo, dos o tres hersl de pavo real retorcidos entre sí para hacer el cuerpo y lo enrollamos sobre la tija hasta el ojal del anzuelo, procurando darle una forma ovalada y voluminosa. 

3. En este punto fijamos las antenas que sean flexibles y resistentes como puede ser el nailon, (optativas). 

4. Traemos hacia el ojal la tira de foam, primero lo atamos a la tija formando la intersección tórax-abdomen, para luego fijarlo una vez más formando la intersección cabeza-tórax, cortando el sobrante de la tira de foam procurando dejar un par de milímetros para la cabeza. 

5. En este punto, enrollamos una pluma de cuello de gallo vivo indio negrisco y damos un par de vueltas para formar el collar que dará estabilidad a la artificial al tiempo que imitamos las patas del insecto

Artificial del escarabajo del "aliso" o escarabajo "negro".

Vista inferior, escarabajo del aliso.

jueves, 6 de febrero de 2014

EL SALTAMONTES

Casi todos los insectos tanto acuáticos como terrestres pueden ser imitados, y utilizados para la pesca de la trucha, y el saltamontes es uno de ellos.


Imitación del saltamontes en foam


El conocimiento de los factores que pueden intervenir en el comportamiento de las truchas ante una artificial como esta es tan complejo, que es muy difícil asegurar cuáles son las razones que en algunos casos la incitan a tomarla y en otros a rechazarla.

Sin embargo, creo que el patrón de estos insectos terrestres tiene mucho que ver. Estamos acostumbrados a mirar imitaciones realistas de estos insectos, pequeñas obras de arte como el patrón de la fotografía de arriba, pero muy poco efectivas para la pesca, esencialmente porque no transmiten ningún movimiento, por tanto, no transmiten vida.

El patrón de la fotografía de abajo es todo lo contrario, está montado con materiales naturales, y sus alas transmiten a la artificial movimiento y vida, en consecuencia, un insecto vivo que ha caído al agua accidentalmente, esencial para incitar a las truchas.

Del saltamontes como artificial para la pesca a mosca seca poco se ha escrito, y pocos montadores se han dedicado al montaje de este emblemático insecto terrestre, pero sin duda para determinadas épocas y momentos, y sobre todo para determinados ríos, resulta ser una artificial excelente.

Existen muchas especies de saltamontes, pero para la pesca a mosca seca los que más interés tienen son los denominados comúnmente como "saltamonte verde", y que se encuentra con facilidad en los prados próximos a los ríos.

Las dos especies más comunes son la Myrmeleototis Maculatus y Chortipus Brunneus, de quince a veinte milímetros de longitud y de tonos verdosos-amarillentos, aunque estas especies experimentan cambios estacionales de colores mimetizándose con el entorno donde viven, llegando a ser prácticamente invisibles en reposo.

 Cuando se avecina un peligro realizan con sus potentes patas traseras un gran salto, al tiempo que despegan sus alas anteriores y con el destello repentino de sus colores logran desorientar al depredador, esta circunstancia la conocemos muy bien los pescadores cuando caminamos en primavera y verano por los verdes prados aledaños a las orillas del río.
Decir que los grandes saltamontes grises y otras especies que viven generalmente en terrenos áridos y secanos tienen poca importancia como artificial para la pesca.

Esta imitación de saltamontes es extraordinaria para pescar en los caniculares días veraniegos, especialmente en tiempos de siega de la hierba en mayo y junio principalmente, además es una de las pocas artificiales capaces de activar el instinto alimenticio de las truchas. Es, por otro lado, si queremos tener buenos resultados una pesca difícil, que debe practicarse en arroyos y tramos del río casi ocultos y enmarañados por la vegetación y por consiguiente casi siempre a ciegas, y que requiere en muchos casos de lances rodados y de mucha experiencia en el lanzamiento por parte del pescador.

Sin embargo, existen otros escenarios más abiertos y propicios para este tipo de pesca, porque con más frecuencia de lo normal estos saltamontes caen al agua, sobre todo en los días de fuerte viento, en estas condiciones posar la mosca cerca de las orillas es fundamental, porque es allí donde generalmente caen.

En acción de pesca esta artificial por sus dimensiones y al carecer del collar de flotación que suavice la posada, produce pequeñas ondas y reflejos en la superficie del agua que son detectadas por la línea lateral y la vista de las truchas de una forma increíble! Produciendo a veces tomadas espectaculares. Por esta razón, es conveniente pescar con pequeños tirones de línea, para producir esas pequeñas ondulaciones en la superficie que llamen la atención de la trucha y provoque el ataque.

El patrón de montaje debe ser a mi modo de ver lo más sencillo posible, sin complicarse en exceso, tamaño y silueta junto con materiales naturales es lo más apropiado para estas artificiales, el límite en cuanto a tonos se encuentra en la imaginación de cada montador.

El saltamontes nos ofrece una forma de pescar que no debemos desaprovechar, explorar nuevas posibilidades para capturar truchas recelosas y desconfiadas está en el ADN del pescador con mosca, además de la emoción que nos proporciona el ver y sentir el ataque de una trucha a nuestra artificial.

Un montaje sencillo. El movimiento que le proporcionan las alas anteriores que en el insecto natural son membranosas y son las que permiten que estos saltamontes puedan volar, imitadas en este patrón con pluma pardo de gallo de pluma leonés que, junto con las posteriores de pelo de corzo, dotan a esta artificial de movimiento y vida.

Esta artificial admite otros materiales, pero son aconsejables, por una parte, que sean naturales, y por otra que tengan buena flotabilidad, ya que esta imitación no lleva collar de flotación.


Saltamonte verde, muy común en nuestros campos.