jueves, 20 de noviembre de 2014

EMERGENTE DE BÉTIDOS

El estado de emergencia de los insectos acuáticos provoca no pocas veces una actividad inusitada por parte de las truchas que aprovechan este fugaz momento de transición para la ingesta a discreción de insectos emergentes. 

Para nosotros, no solamente ponen a prueba nuestra experiencia y habilidad como pescadores con mosca, sino que nos brindan la posibilidad de disfrutar de lo que posiblemente sea la forma más bella de capturar un pez. 

Cuanta razón llevaba Halford cuando decía, que lo menos parecido a una mosca natural es la imitación artificial que nosotros montamos, sin duda llevaba toda la razón; sin embargo, Halford se refería al aspecto general de la artificial, dejando otros aspectos no menos importantes sin mencionar como son la traslucidez de los cuerpos y los movimientos, especialmente los de las ninfas emergentes. 

Para empezar y como diferencia notable, hay que destacar que exceptuando un par de modelos, caso de los spent, los agotados o muertos, o los inválidos (lisiados) de Kelly Galloup, los insectos naturales a imitar están vivos, y los factores que esto implica como el movimiento de las ninfas al emerger son prácticamente imposibles de representar en nuestras artificiales. 

El movimiento es, pues una de las piezas del rompecabezas, pero hay más, y de todas quizás la más relevante sea la traslucidez de los cuerpos. El cómo la luz atraviesa un cuerpo natural es algo que hasta hoy no se ha podido transpolar a las artificiales, entre otras razones por que no podemos hacer que la luz atraviese el cuerpo de la artificial, incluso en modelos de cuerpos separados, pues el anzuelo está siempre en el interior del mencionado cuerpo, y como sabemos el anzuelo no es transparente.

Cuando lo que pretendemos es imitar emergentes para usarlas justo por debajo en la misma película superficial del agua, justo en los momentos previos a la eclosión, se hace aún más difícil su correcta imitación, pues al estar tan próximas al menisco, es cuando aún se pone más de manifiesto la traslucidez de los cuerpos de estas emergentes, debido entre otros factores al efecto de la luz solar que hace de estos insectos su casi total transparencia, a pesar incluso de los tonos más oscuros que las ninfas han ganado al madurar. Por eso, lo único que podemos hacer es crear ilusiones ópticas con las que intentar engañar a nuestras esquivas truchas. 

Alguna ilusión óptica que podemos incorporar al montaje de estas ninfas emergentes es la exhuvia o envoltorio ninfal, también llamado "camisa", que desprenden en su estado transitorio a insecto alado, y que habitualmente lo hacen en la misma película superficial del agua. 

El tórax es sin duda otro elemento importante que debemos incorporar a esta artificial, pues al mismo tiempo que nos sirve para imitar correctamente al insecto, nos proporciona la posibilidad de representar las patas del mismo, sacando algunos pelos del dubbings con que está hecho, con un alfiler o cualquier otra herramienta.

El collar o hackle montado en parachute o paracaídas, junto con el poste de foam que nos sirve para enrollarlo, son los dos elementos encargados de dar estabilidad a la artificial, y "garantizarnos" su correcto posicionamiento en la misma película superficial del agua, que debe ser: el abdomen, junto con la exhuvia y parte del tórax, deben ir sumergidos bajo el agua, y el resto, o sea el collar o hackle en paracaídas, parte del tórax y la cabeza fuera del agua, placados a la misma superficie. 

Es conveniente que la pluma que enrollamos al rededor del poste, el haz, o sea la parte brillante quede mirando hacia arriba, para que la artificial quede bien equilibrada debido a la curvatura que tienen las fibras de la pluma en su posición natural. No es aconsejable dar demasiadas vueltas con la pluma al rededor del poste, dos o tres es suficiente, con ello evitamos distorsionar la silueta de la artificial cuando navega, a la vez que disimulamos algo más el engaño, provocando con ello que las truchas recelen un poco menos de lo que habitualmente lo hacen.  

Este patrón de emergente, dependiendo del insecto a imitar, admite para el montaje otros materiales distintos a los descritos aquí; sin embargo, para el poste es recomendable el foam, porque ayuda a mantener la artificial en la posición correcta y nos sirve al mismo tiempo de señalizador o indicador de picada, ya que a veces resulta difícil localizar esta mosca en su deriva, ya sea por la viva corriente o por la escasa luminosidad del momento, en estas situaciones la presencia de un material añadido a la mosca que destaque por su tono sin afectar a la silueta del insecto a imitar, resulta un gran aliado para nosotros. 

Es recomendable antes de hacer el primer lance, mojar o empapar la exhuvia con agua o saliva para que gane peso y se hunda, y así propiciar la deseada posición de la emergente.

Ficha de montaje emergente de Bétido, ejemplo Baetis Rhodani: Anzuelo: TMC 200 R, Nr.16; hilo de montaje: amarillo limón; poste: foam naranja; exhuvia: una fibra retorcida de avestruz gris, añadiendo algunas fibras de indio acerado medio de riñonada (opcional); cuerpo: un cavo de seda Gütermann R603; brinca o anillado: el mismo hilo de montaje; collar o hackle: indio gris medio de gallo vivo; cabeza: marrón. 

 Con este montaje de Baetis Rhodani, también denominada la "Abrileña" o la "Aceituna", podemos cubrir otros bétidos que eclosionan en las mismas fechas como la Baetis Níger, o en los meses veraniegos hasta final de temporada, tales como la Baetis Fascatus o la Baetis Buceratus abundantes en el río Curueño, Torio y Esla, o la Baetis Atrebatinus que eclosiona durante toda la temporada y muy abundante en los ríos Bercianos y de la Cabrera, como también en El Duerna y El Ería. Con este patrón podemos imitar la gran mayoría de efemerópteros que eclosionan en nuestros ríos.

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